miércoles, 1 de abril de 2009

¿Sexo en el espacio?

Alguna vez me he preguntado si a estas alturas de la corta historia de la exploracion del espacio por parte de ser humano, se habra producido ya una relacion sexual en el espacio, o todavia no. Yo me inclino a pensar que sí, porque la condicion humana es muy dada a probar sensaciones nuevas e irrepetibles, y nadie puede negar que echar un polvo viajando alrededor de la Tierra a 28,970 kilómetros por hora a una altura media de 386 kilómetros, es algo que no se encuentra al alcance de todo el mundo.


He intentado salir de mi duda a traves del Google, pero he obtenido resultados contradictorios :

http://www.neoteo.com/

El libro en cuestión, es de Pierre Kohler, un respetado científico y escritor francés. Lleva como título “The Final Misión: Mir, The Human Adventure”, y en él Kohler desmenuza un informe confidencial de la NASA sobre una misión del transbordador espacial en 1996. Además de los experimentos que acostumbramos a ver en Discovery Channel, la misión incluía el proyecto
clave STS – XX. Este experimento tenía como objetivo explorar las diferentes posiciones sexuales que es posible realizar en un ambiente de ingravidez. En esa época los Estados Unidos y Rusia estaban investigando paralelamente los problemas con los que los seres humanos pueden encontrarse al pasar varios años en órbita. La última parte del estudio se centraba en el tema de las relaciones sexuales, algo sumamente importante si queremos conquistar verdaderamente el espacio. Los futuros colonizadores quizás deban pasar décadas en el espacio, y la reproducción no es una cuestión menor. A lo largo del desarrollo del experimento se pusieron a prueba veinte posturas sexuales. De este conjunto se eligieron las mejores diez.
Para poder analizar concienzudamente los resultados, todo el experimento) fue grabado en video por sus compañeros. El resultado del experimento fue que sólo son cómodas cuatro posturas sexuales, que pueden ejecutarse "sin asistencia mecánica". Las otras seis seleccionadas necesitaron de un cinturón elástico especial y un túnel inflable similar a un saco de dormir para que los integrantes de la pareja pudiesen permanecer unidos. Como curiosidad, se supo que la clásica postura del misionero, una de las mas practicadas por los terrícolas de a pie, no es
posible en gravedad cero.

http://www.clarin.com/

Debería ser una experiencia de otro mundo. Pero un grupo de expertos estadounidenses advirtió que el sexo en el espacio traerá más problemas que placer a los hombres y mujeres que vayan camino a la luna o a Marte. Un panel de científicos reveló que la pasión interplanetaria de la NASA podría generar caos en sus recientes planes de enviar seres humanos en misiones prolongadas.
Encerrados en naves espaciales durante años, rodeados por el vacío estelar, es probable que los pensamientos de los astronautas se inclinen hacia el romanticismo, según el informe titulado “Mapa de ruta de la bioastronáutica: una estrategia de reducción de riesgos para la exploración humana del espacio”. Los resultantes encuentros cercanos podrían tener consecuencias profundas, agrega el texto. Sin las precauciones necesarias, las travesuras en gravedad cero podrían derivar en embarazos en gravedad cero. “El embarazo en el espacio es un verdadero problema”, dice uno de los autores del informe, el profesor Lawrence Palinkas, de la Universidad de Southern California en Los Angeles. “Tenemos que pensar ahora en cómo vamos a abordar el tema del sexo en el espacio. Los astronautas son humanos. Hasta ahora, no tenemos registradas historias autenticadas de sexo en las misiones, aunque, sospecho, debe de haber habido algo muy cercano a una experiencia sexual”. En una misión de simulación de vida en una estación espacial durante seis meses, la astronauta Judith Lapierre objetó enfáticamente la actitud de un colega golpeado por la varita mágica del amor después de una fiesta de fin de año regada de alcohol. El joven tomó a Lapierre del brazo, la sacó del rango de las cámaras de observación y le dio un beso de lengua apasionado. En esta ocasión, la mujer se resistió. “Estaba invadiendo mi espacio personal”, se quejó más tarde. Sin embargo, los acercamientos futuros tal vez hayan sido recibidos más calurosamente, advierte el informe. Por otra parte, mantener este tipo de actos en privado probablemente ponga a prueba incluso a las parejas de astronautas más ingeniosas. A los hombres y las mujeres en el espacio se les controla constantemente el pulso y la temperatura. Un indicio de jolgorio probablemente haga que la mayoría de los sensores remotos entren en cortocircuito –y hagan peligrar el control de la misión–. En el espacio, no hay que olvidar, un gemido lo escucha todo el mundo.

http://www.gizmodo.es/

El culebrón que protagonizaron el año pasado unos astronautas americanos debería habernos puesto sobre aviso. Allá arriba, en el espacio, se ve todo muy bonito, pero las pasiones son las mismas. La investigación de un científico señala, por si quedaban dudas, que es necesario practicar sexo en el espacio. Pero por una razón… científica y sensible: para evitar la frustración en las misiones espaciales extendidas en el tiempo, cuando los miembros de la tripulación están encerrados en una nave espacial, viviendo en ridícula proximidad y sin posibilidad de darse un garbeo para respirar aire puro.
El doctor Jason Kring, de la Universidad aeronáutica Embry-Riddle de Florida, está presionando a la NASA para que investigue el sexo en el espacio y la posibilidad de embarazos en gravedad cero. Aparentemente, podría haber problemas potenciales, como los efectos del sudor excesivo y la baja presión sanguínea que podrían afectar al sexo en gravedad cero, así como potenciales
dificultades con la píldora (como con otros medicamentos), que podría no funcionar bien.
También señala que debería haber espacios privados en las próximas misiones a la luna y que, como el comer y el beber, el sexo es una función básica del ser humano. “No tiene sentido asumir que esos hombres y mujeres no van a pensar el sexo en tres años”. Tres años es el tiempo aproximado que se calcula para misiones a Marte. Una lástima que para estos temas la NASA sea tan recatada como un convento de clausura.


No se que pensar, la verdad... y a vosotros, ¿que os parece?